Menos informações temos acerca do conhecimento do árabe escrito. António de Túnis sabia ler [415]. António Alberto [416] e Manuel Coelho [417] sabiam ler «letra redonda». António Vaz «em sua tera sabya ler e sprever [sic] letra dos mouros e que começou a apremder de idade de quimze annos e que nom era cacys nem ensynou nunca o Alcorão e porem que ho aprendya porque elle era alarve e nom sabem os alarves tanto como hos da cydade» [418]. Situação semelhante foi a de António Fernandes que «em terra de mouros hia com elle como outros mocinhos aprender com hum casis a ler e a escrever como de feyto aprendera» [419].
415: Lisboa, A[rquivos] N[acionais]/T[orre do] T[ombo], Inquisição de Évora, proc[esso] 8368. [Proceso de Leonor Tarrinha (1561)]
416: Lisboa, A.N./T.T., Inquisição de Lisboa, proc. 10837. [Proceso de António Alberto (1554)]
417: Lisboa, A.N./T.T., Inquisição de Lisboa, proc. 9236. [Proceso de Manuel Coelho (1562)]
418: Lisboa, A.N./T.T., Inquisição de Lisboa, proc. 10857. [Proceso de António Vaz (1555)]
419: Lisboa, A.N./T.T., Inquisição de Lisboa, proc. 10864. [Proceso de António Ferrandes (1554)]
Isabel M. R.Mendes de Drumond Braga, Mouriscos e cristãos no Portugal quinhentista, Lisboa, Hugin, 1999, pág. 73.
Esmagadoramente oriundos do Norte de África, os muçulmanos chegaram a Portugal por motivos diversos, tais como a fome de 1520-1521, os problemas de política interna do Magrebe, as almogaverias e as lutas diversas travadas entre cristãos e muçulmanos, o próprio desejo, por ventura devido a problemas diversos, de viver no meio de cristãos; o corso e ainda em resultado da venda levada a cabo por outros muçulmanos. Tudo isto foram motivos responsáveis pela presença de muçulmanos em Portugal após a expulsão levada a efeito em 1497. Além destes, temos um pequeno grupo nascido em território português e ainda mouriscos oriundos de Espanha.
Isabel M. R.Mendes de Drumond Braga, Mouriscos e cristãos no Portugal quinhentista, Lisboa, Hugin, 1999, pág. 49.
Algunas notas: ¿qué quieren decir los inquisidores con esto de letra redonda árabe?
Aparte, algunos apuntes interesantes: e porem que ho aprendya porque elle era alarve e nom sabem os alarves tanto como hos da cydade.
Es decir, la viejísima distinción entre sedentarios y beduinos, es decir, propiamente árabes: والأَعْرَاب من العرب سكان البادية خاصَّةً لا واحد لهُ وقيل واحدهُ أَعرابيٌّ , según el Lisaan. Y el entrañable término قصيص, que Almuhiit da como: المقصوصُ؛ كنَس الحلّاقُ الأرض التي غطّاها قَصيصُ الشَّعر.
¿No llamaban algo así los moriscos del otro lado de la raya de Portugal (de aquende Castilla) a sus hedge priests (aunque nadie dice que dieran clase en un práu entre les vaques), lo que en la versión española de Brooklyn Bridge llamaban amorosamente maestros de campaña?
Pero en cualquier caso, lo más sorprendente es eso de letra redonda árabe. Habrá que seguir investigando…
…
Actualización: Una revisión crítica de los parámetros historiográficos e ideológicos del libro de Isabel Mendes de Drumond Braga se encuentra en la larga reseña de Mário Maestri, «Mouriscos em Portugal: triste história, triste historiografia», Contra/Relatos desde el Sur. Apuntes sobre Africa y Medio Oriente, ii:3, diciembre de 2006, Centro de Estudios Avanzados, Universidad Nacional de Córdoba, Programa CLACSO-Sur-Sur, Argentina, págs. 101-116, disponible aquí.
marzo 10, 2008 at 7:27 pm
Hola, J. Yo creo que lo de ‘casis’ hay que leerlo como قسيس (cura, sacerdote) y no como قصيص.
Por su parte, la letra redonda era un estilo habitual en los ss. XV-XVI en Portugal, y es probable que la referencia se deba más a la similitud del árabe con este estilo que a la existencia de una letra redonda árabe propiamente hablando.
marzo 12, 2008 at 6:23 pm
أهلاً وسهلاً ومرحبًا بك، أنطونيو الكريم. والله فجأتك طيبة!
Después de leer tu comentario, estoy convencido de que el casys de las fuentes es una transcripción de قسيس, como dices tú. La palabra aparece en unas actas inquisitoriales portuguesas, que recogen el proceso incoado a unos mouriscos. En Portugal, mouriscos eran sobre todos mouros, sin más, que por una razón u otra se encontraban viviendo en el reino, normalmente foráneos, es decir, nacidos fuera de Portugal y llegados en edad adulta. Conversos o no, la Inquisición siempre tuvo un ojo, por lo general distante, vigilando su vida y costumbres. Por tanto, que con el crudo arabismo قسيس, «cura» (cristiano), se describa precisamente a un «clérigo» musulmán, no deja de ser un ejercicio de mucho interés. ¿O es que la conversación se desarrolló en árabe?
Respecto de la letra redonda, creo que merece un post entero que explique por qué me sorprendió que lo usasen para describir un tipo de escritura árabe. No solo es que fuera común en el Portugal del Quinientos: era «común» con esta denominación en toda la Península Ibérica entera, igual que familias caligráficas similares lo eran en otros países con otros nombres. Uno de los principales objetivos de mi tesis (de cuyo personaje principal trata este blog) es precisamente la descripción paleográfica razonada, sobre todo de la paleografía hebrea, una disciplina aún en mantillas después de cuarenta años. Aunque no está sola: la paleografía árabe está, si cabe, peor.
Como las sorpresas nunca vienen sola, tenía en mente escribirte para darte noticia de algunas reflexiones del humanista flamenco Nicolas Clénard (o Cleynaerts o Clenardus, alias Beke), que vino a la Península a mediados del XVI, enseñó en Salamanca y se pegó un garbeo por Marruecos que recogió en unas sabrosísimas cartas. Espero publicar algo dentro de algún tiempo, quizá corto.
De momento te dejo dos referencias a su «talante»:
y a sus ideas para la mejora de la enseñanza de las lenguas en general y del árabe en particular:
أحلى سلاماتي
marzo 12, 2008 at 9:24 pm
Imagino que ya conoces esto:
http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=589173
Clénard es un personaje muy interesante. Yo he leído cosas sueltas sobre él pero la verdad es que no le he dedicado aún la atención que merece.
Lo de «casis/cacys» no deja de ser curioso, pero a juzgar por la repetición el término debía ser habitual en las declaraciones de los «mouriscos» ante la Inquisición.
marzo 17, 2008 at 2:02 am
Sí, gracias, aunque no he podido meterle mano, entre otras cosas porque no parece que haya ningún ejemplar en Francia.
He preguntado acerca de los قساوسة a la autora del libro y me ha respondido esto: «De facto, quando os mouriscos se referem aos seus «sacerdotes» fazem-no utilizando a palavra «cacis». Não é muito comum encontrar tais referências, porque havia muito poucos que conseguissem doutrinar os seus irmãos de crença.» Pues eso…
Yo creo que las cartas de Clénard es una lectura siempre recomendable. Especialmente las que escribe antes, durante y justo después de su periplo por Marruecos son de una agudeza rara entonces y ahora. Sus ideas para la enseñanza de las lenguas son, desde luego, dignas de ser estudiadas y de tenerse en cuenta. Desde luego mucho más «modernas» que las de mi buen Alfonso de Zamora.
Aunque probablemente esto de «modernas» no sea el adjetivo que mejor le vaya a la metodología que buscaba implantar Clénard. No sé si en Salamanca, cuando fue profesor, le dejarían probar o le dirían que, experimentos, con gaseosa.
marzo 17, 2008 at 8:09 pm
Echándole un vistazo a tu blog he pensado que, si no lo conoces ya, esto puede interesarte bastante:
http://tinyurl.com/2erxdn
Estoy preparando una reseña de la obra para los Mélanges de la Casa de Velázquez, pero no la tendré lista hasta finales de curso.
Volviendo a «casis/cacys», es curioso que en la Doctrina Cristiana en Lengua Arábiga y Castellana de Martín de Ayala (1566) el sacerdote es llamado ‘queçíç’ pero otras veces es ‘al capelán’, mientras que «orden sacerdotal» se traduce como ‘ficáha al focahá’. Todo parece un tanto caprichoso: iglesia es ‘gímee’ y los santos son ‘çalehín’, pero la hostia, el cáliz y la cuaresma son respectivamente ‘al hóstia’, ‘al caliz’ y ‘al quaresma’. Viendo este batiburrillo, tal vez no sea tan de extrañar que los «mouriscos» le llamaran «curas» a sus maestros…
marzo 17, 2008 at 10:13 pm
Muchas gracias. No, no lo conocía, ni tampoco sospechaba que Luce López Baralt se dedicara a investigar las menudencias de la vida académica. Intentaré echarle un vistazo, entre otras cosas porque reconozco que tengo cierta debilidad por Martínez de Cantalapiedra, pobre hombre.
Y menuda formulación esto de la «libérrima proclividad al delirio verbal» de las lenguas semíticas. Como lo del _Kama-Sutra español_, más o menos…
Sí, suena mucho a batiburrillo, efectivamente. Es como un ejemplo de acuñación de un reino cristiano peninsular medieval, que acuña en árabe una leyenda que se refiere al monarca cristiano en cuestión como ولي البيعة المسيحية, o quizá النصرانية, algo así. Recuerdo — algo es algo — que era una moneda que vi en el Museo de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre de Madrid. Un poco batiburrillo también, ¿no?
marzo 18, 2008 at 1:32 pm
Ya ve usted, don Jesús, هذا من أذيال الاستشراق.
Y hablando de «flecos del orientalismo», como estaba usted también interesado, si mal no recuerdo, en la judeofobia de nuestro arabismo, le recomiendo que le eche un vistazo a la recopilación de cartas de García Gómez a Asín Palacios que ha publicado la RAH bajo el título Viaje a Egipto, Palestina y Siria (1927-1928). No tiene desperdicio.
marzo 18, 2008 at 2:39 pm
Recuerda Vd. muy bien, aunque últimamente me interesa más o menos igual el antisemitismo de los arabistas españoles vivos y que colean, y la maurofobia de mis colegas israelíes, _que je cotoie beaucoup plus souvent quand même_…
¿Sabe Vd., querido colega, que llevo algún tiempo viendo si saco tiempo de debajo de las piedras y de detrás de los _placards_ para participar en el animado debate reciente en SEEA-L de cuya chispa inicial, no esconda Vd. la mano, tuvo Vd. en buena parte la culpa? En la reseña que le hace Simonet, don Francisco, a la _Historia de los musulmanes españoles_ de Dozy (http://tinyurl.com/342sbv) hay divertimento a lo Asín Palacios «per a donar i vendre», que dicen en mi pueblo valenciano. En fin, menuda tropa…
marzo 18, 2008 at 5:16 pm
Bien mirado, el antisemitismo en sus dos sabores (judeofobia e islamofobia) es todo lo mismo, venga de quien venga y vaya hacia donde vaya…
En cuanto al debate en SEEA-L y la iniciativa de la revista REIM, uno acaba teniendo la impresión de que en el gremio aún hay tabúes inabordables. A mí el análisis del discurso arabista me sigue pareciendo muy ilustrativo, pero desde luego no cabe esperar mucho entusiasmo al respecto por parte del gremio. Quienes no son firmes defensores de la pureza virginal de nuestra estirpe, lo son del borrón y cuenta nueva, y ambas partes, en definitiva, acaban coincidiendo en que «tout se passe bien»…