[En la misma serie.]

« Dans l’S, à une heure d’affluence. »

Raymond Queneau, Exercices de style.

Del otro lado del espejo…

Sin más, es un supremacista catalán; es decir, intolerante, xenófobo, falso y mentiroso: catalán.

Toño Cosconquiera, «¿Por qué Heribert Barrera se manifiesta a favor de la convivencia en Cataluña si a él le repugna?», Cosconquiera: Toño Cosconquiera presto para la lucha, 8 de febrero de 2009.

Il n’y faut dire que : suprémaciste allemande ! C’est-à-dire, intollerante, xénophobe, faussière et mensongère : allemande !

Antoine Cocquerelle, « Pourquoi Angela Merkel se manifeste pour la coexistence en Europe vu qu’elle en est répugnée ? », Cocquerelle : Antoine Cocquerelle choisit ses armes, 8 de febrero de 2009.

Sin más, es una supremacista hetero; es decir, intolerante, homófoba, falsa y mentirosa: hetero.

Shan-Gay Marlène, «¿Por qué Ana Pastor se manifiesta a favor de la etimología en la cuestión del matrimonio gay si los homosexuales le repugnan?», Shan-Gay Marlène: Con la pluma por delante, 8 de febrero de 2009.

Sin más, es una supremacista judía; es decir, intolerante, maurófoba, falsa y mentirosa: judía.

Hanan Marshawi, «¿Por qué Yael Dayán se manifiesta a favor de la convivencia árabo-israelí si los árabes la repugnan?», Marshawi: Con la kufiya guerrillera, 8 de febrero de 2009 [traducido del original árabe].

Sin más, es una supremacista árabe; es decir, intolerante, antisemita, falsa y mentirosa: árabe.

Yael Yadán, «¿Por qué Hanan Ashrawi se manifiesta a favor de la convivencia árabo-israelí si los judíos la repugnan?», Dayán: Ni por un justo, ni por dos, ni por cuarenta, 8 de febrero de 2009 [traducido del original hebreo].

De este lado del espejo…

És una supremacista espanyola i prou; és a dir, intolerant, xenòfoba, falsa i mentidera: espanyola.

Toni Cucarella, «Per què Rosa Díez es manifesta a favor del bilingüisme si a ella li repugna?»,  Cucarella: Toni Cucarella en roba de batalla, 8 de febrero de 2009.

Actualización bacavesa del 4 de marzo de 2009:

Como ya van ustedes por más de doscientas visitas únicas a este apunte y vienen casi todos del mismo sitio (pillastres, que son unos pillastres; como les mola la carnaza) y viendo sus reacciones aquí y acullá, incluyendo la del padre de la criatura («un buit joc de paraules amb les meues paraules» [«un vacío juego de palabras con mis palabras»]) me tomo la libertad de ponerles unas pocas miguitas para que no se me pierdan en la argumentación, estimados garbancitos. En estas cosas creo que lo mejor es la pedagogía del ejemplo, así que tomen nota: mi reelaboración (paódica, claro) del silogismo de Toni Cucarella, silogismo formulable en los siguientes términos español = (intolerante + xenófobo + falso + mentiroso) + (ad infinitum {+ ymasallá}), es similar a la coña que le hace Magapola a ese engendro musical e ideológico que fue la canción Luca era gay, que perpetró el cantante italiano Povia en el último festival de San Remo. Es decir (y les resumo, no se me vayan a haber perdido): decir que todo español es intolerante, etc., etc., tiene tanto seso como decir que la homosexualidad es una enfermedad y que se cura. Y la justa ira del español que soy yo (ya ven ustedes por donde) sería la misma que la del homosexual que cayese, por azar, en escuchar la canción del tal Povia.

Como soy partidario de que cada palo aguante su vela, hay que admitir que el procedimiento paródico no tiene nada de original. Intenta ahijarse con el conocido procedimiento literario del mundus inversus, que en hebreo y en la Península Ibérica dio obras tan notables como La ofrenda de Judá de Judá ibn Sabbetay (1168-1225).

Luego hay alguna consideración complementaria, como sopesar la desgracia que resulta para el ordenamiento del mundo en general, y para la tranquilidad de sus habitantes en particular, que la estupidez no duela. Porque si doliese, el mismo Toni Cucarella que aplica a este escrito mío la displicente calificación de vacío juego de palabras y se permite, antes, utilizar el sintagma holocausto palestino y, después, hablar de pogroms de nacionalistas pancatalanistas valencianos en la Transición («¿Qui s’ha oblidat de les bombes, de la manipulació i els progroms instigats des dels principals mitjans de comunicació?»), estaría retorciéndose por el suelo de dolores.

Por último una coda, por seguir con los silogismos: el progrom de Cucarella es a pogrom lo que cocleta a croqueta. Una vulgar ignorancia.

Reactualización: Más enlaces para una antología orgullosamente catalana del disparate.