Pôe na mesa a toalha adamascada,
Traz as rosas mais frescas do jardim,
Deita o vinho no copo, corta o pão,
Com a faca de prata e de marfim.Alguém veio sentar-se á tua mesa,
Alguém a quem não vês, mas que pressentes.
Cruza as mãos no regaço, não perguntes:
Nas perguntas que fazes é que mentes.Prova depois o vinho, come o pão,
Rasga a palma da mão no caule agudo,
Leva as rosas á fronte, cobre os olhos,
Cumpriste o ritual e sabes tudo.
Aprendamos el rito
Pon el mantel color naranja claro,
Trae las rosas más frescas del jardín,
Echa el vino en la copa, corta el pan,
Con el cuchillo de plata y de marfil.
Alguien ha venido a sentársete a la mesa,
Alguien a quien no ves pero presientes.
Cruza las manos en el regazo, no preguntes:
Justo al hacer esas preguntas, mientes.
Prueba luego el vino, cómete el pan,
Rasga la palma de la mano en el agudo tallo,
Llévate las rosas a la frente, tapa los ojos,
Cumpliste el ritual y todo sabes.
José Saramago, Os poemas possíveis, 1985.
diciembre 3, 2010 at 11:55 am
[…] haber encontrado un equivalente apropiado. Gezellig querría decir, más o menos, «una cena de shabbat en La Haya», como por otra parte ya sabíamos de los sábados en Mokum. Esa cena de shabbat es una […]